El ABC de la radiación ultravioleta

Es responsabilidad de todos protegerse del sol durante todo el año, especialmente de la radiación ultravioleta, una forma de radiación no ionizante que emite el sol. Aunque tiene sus beneficios, como, por ejemplo, la vitamina D, una exposición excesiva a los rayos UV puede provocar graves riesgos para la salud, por lo que es fundamental saber cómo protegerse.

La radiación ultravioleta es complicada. Aunque puedes ver el sol brillar y sentir su calor sobre tu piel, tus sentidos no son capaces de detectar la radiación UV. Así que no notarás ningún daño en la piel hasta que sea demasiado tarde. Además, existe la idea equivocada de que la temperatura está relacionada con la radiación UV. Spoiler: ¡no es así! Los niveles de radiación UV pueden ser tan perjudiciales en días fríos y nublados como en un soleado día de verano. Sin embargo, los niveles de radiación UV son más altos entre las 10:00 y las 16:00, mientras que la temperatura alcanza su punto máximo por la tarde, cuando los niveles de radiación UV son menos intensos.

UVA: Una forma rápida de recordar lo que los rayos UVA provocan en tu cuerpo es pensar que la «A» es de arrugas. Estos rayos son responsables del 95 % de los rayos ultravioletas que llegan a la superficie de la Tierra. Penetran profundamente en las capas inferiores de la piel (dermis) y causan los signos de envejecimiento de la piel, como las arrugas y las manchas de la edad. ¡Y mucho antes de lo que debería! Lo que ocurre con los rayos UVA es que su intensidad permanece estable durante todo el año y pueden penetrar materiales duros como el cristal. Por lo tanto, si quieres tener una piel joven y sana, tendrás que protegerte durante todo el año con un protector solar P20 con un FPS de al menos 15 o superior.

UVB: Piensa que la «B» es de bronceado. Los rayos UVB penetran en la capa superior de la piel (epidermis) y son la causa de las quemaduras solares, el bronceado y, lo que es peor, el cáncer de piel. Estos rayos y su intensidad solo son responsables del 5 % de los rayos ultravioletas que llegan a la superficie de la Tierra y dependen de la estación, la hora del día, la altitud y la ubicación. Además, se reflejan en la nieve, la arena, el agua y otras superficies terrestres, lo que aumenta la exposición solar. Esto significa que es igual de fácil que te quemes mientras esquías en Noruega que de vacaciones en una playa en Tailandia.

UVC: No hay una forma rápida de recordar qué significa la C en las siglas UVC. Y, afortunadamente, no es necesario, ya que la radiación UVC del sol no es capaz de penetrar en la atmósfera terrestre. Así pues, aunque la radiación UVC es la más corta y, por tanto, la más peligrosa de las tres formas de radiación UV, no corremos ningún riesgo, ya que la capa de ozono absorbe completamente la radiación UVC. Sin embargo, esto no quiere decir que no estemos expuestos a la radiación UVC, ya que podemos encontrarla en las antiguas camas de bronceado, los láseres, etc.

Entonces, ¿cómo se puede controlar el nivel diario de rayos UVA y UVB? Accede al Índice UV, una herramienta desarrollada por la OMS para determinar la cantidad de radiación UV que nos rodea. Para identificar el índice diario, existen diversas aplicaciones meteorológicas que pueden orientarte sobre qué precauciones tomar contra la radiación UV. Analicemos el índice:

  • Índice 0-2: Riesgo bajo y protección necesaria. Si te quemas con facilidad, cúbrete y utiliza un protector solar de amplio espectro. Utiliza gafas de sol en los días soleados. Los rayos UVA están presentes incluso cuando el índice UV es bajo: recuerda utilizar una protección solar que incluya protección UVA.
  •  Índice 3-5: Riesgo moderado y protección necesaria. Aplica generosamente un protector solar de amplio espectro, incluso en días nublados y después de nadar o sudar. Permanece a la sombra durante el mediodía, cuando el sol es más fuerte. Cuando estés al aire libre, utiliza un sombrero de ala ancha y gafas de sol con filtro UV.
  •  Índice 6-7: Riesgo alto y protección necesaria. Aplica generosamente un protector solar de amplio espectro, incluso en días nublados y después de nadar o sudar. No te expongas al sol entre las 11:00 y las 15:00. Cuando estés al aire libre, busca un lugar con sombra, lleva ropa protectora, un sombrero de ala ancha y gafas de sol que bloqueen los rayos UV.
  • Índice 8-10: Riesgo muy alto y protección esencial. Aplica generosamente un protector solar de amplio espectro, incluso en días nublados y después de nadar o sudar. No te expongas al sol entre las 11:00 y las 15:00. Cuando estés al aire libre, busca un lugar con sombra, lleva ropa protectora, un sombrero de ala ancha y gafas de sol que bloqueen los rayos UV.
  • Índice 11+: Riesgo extremo y protección esencial. Aplica generosamente un protector solar de amplio espectro, incluso en días nublados y después de nadar o sudar. No te expongas al sol entre las 11:00 y las 15:00. Cuando estés al aire libre, busca un lugar con sombra, lleva ropa protectora, un sombrero de ala ancha y gafas de sol que bloqueen los rayos UV.

El índice UV cambia a lo largo del día y suele ser más intenso durante el mediodía. Pero es importante tener en cuenta que los rayos UV están siempre presentes, por lo que te recomendamos encarecidamente que uses protección solar P20 todos los días, durante todo el año.

Algo nuevo bajo el sol

Viajes al extranjero

La cantidad de protector solar que debes utilizar no dependerá tanto del destino al que viajes, sino que deberás tener en cuenta otros factores como las condiciones meteorológicas y climatológicas, así como la latitud y altitud, que condicionan el nivel de protección necesaria frente a los dañinos rayos del sol. Es igual de fácil sufrir quemaduras solares y daños en la piel en un viaje de esquí que en una playa de Tailandia. En resumen, si viajas cerca del ecuador o a lugares a gran altitud, corres un mayor riesgo de exposición a los dañinos rayos UV del sol.

 

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Protección solar química vs. mineral

Existe la idea errónea de que los filtros UV minerales son mejores para la piel que los químicos. Ambos protegen contra los distintos rayos UV, pero de forma muy diferente. Los filtros minerales permanecen sobre la piel y aportan una capa protectora entre el sol y la piel. Los filtros químicos los absorbe la piel y reflejan los rayos UV.

La principal diferencia son sus ingredientes. La protección solar mineral contiene dióxido de titanio y óxido de zinc, mientras que la protección solar química contiene ingredientes orgánicos y más activos.

¿Cuál es mejor para ti? Depende de tus preferencias. Para ayudarte a elegir, hemos elaborado una lista con cada una de las características de la protección solar química y la mineral:

 

Mineral
• Por lo general, su textura es más gruesa
• Tinte no cosmético que puede dejar un tono blanco en la piel
• No penetra por debajo de las capas superficiales de la piel y aumenta el riesgo de que se pierda el FPS
• Ingredientes inorgánicos: óxido de zinc y dióxido de titanio

Química
• Por lo general, su textura es más ligera
• Fórmulas invisibles que no dejan manchas blancas en la piel
• Penetra en las capas superiores de la piel y es más resistente al rozamiento
• Ingredientes orgánicos 

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En un día soleado

Ya sea en el coche, en el transporte público, en la oficina o en casa, la exposición a los dañinos rayos UVA es constante. Estos pueden provocar el envejecimiento prematuro de la piel (arrugas y pigmentación). Los rayos UVB no pueden atravesar el cristal y, por tanto, no pueden dañar la piel en estos casos, pero los rayos UVA sí atraviesan el cristal y pueden dañar el ADN de la piel, lo que puede provocar envejecimiento prematuro y aumentar el riesgo de otras complicaciones cutáneas. Por lo tanto, es fundamental utilizar un protector solar UVA y UVB de amplio espectro, que tenga un factor de protección UVA elevado.

En la UE se exige que todos los protectores solares contengan al menos 1/3 del FPS en protección UVA, lo que significa que un FPS 30 debe contener al menos un factor de protección UVA de 10. Sin embargo, en los protectores solares P20 el factor de protección UVA es más del doble de lo que exige la UE, por lo que te proporciona una protección UVA óptima.

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Haga sol o llueva

Existe la idea errónea de que solo se necesita protección solar para estar bajo el sol de los calurosos días de verano. Sin embargo, la mayoría de los daños cutáneos, como las arrugas, el envejecimiento prematuro y el enrojecimiento, se producen todos los días del año debido a los dañinos rayos UVA. Es decir, la piel se daña a lo largo de toda la vida, tanto si se quema como si no, y es importante protegerse todos los días.

¿Y qué sucede si hace un día nublado? Incluso en esos días, aunque no puedas ver ni sentir el sol, siempre está ahí. De hecho, hasta el 80 % de los rayos solares pueden atravesar las nubes y provocar daños en la piel, o incluso traspasar las ventanas de casa o del coche. Así que, tanto con sol como sin él, asegúrate de ponerte siempre protección solar.

 

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Protección solar y vitamina D

Sabemos que debemos obtener la vitamina D vital de los rayos del sol, así como que debemos utilizar protector solar para protegernos de ellos. Parece una contradicción, ¿verdad? ¿Cómo vamos a obtener nuestra dosis diaria de vitamina D si la bloqueamos con protección solar?

Solo necesitas 10 minutos al sol para obtener la cantidad diaria adecuada de vitamina D. Eso no significa que te tengas que tumbar a tomar el sol, sino que pases tiempo al aire libre, por ejemplo, caminando para ir al trabajo, arreglando cosas en el jardín, haciendo ejercicio, etc. Ninguna protección solar bloquea el 100 % de los rayos, así que todo suma.

 

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Maquillaje y cuidado de la piel con FPS

Te habrás dado cuenta de que el maquillaje y la protección solar ya no son dos conceptos independientes. Existe un mundo maravilloso de productos de maquillaje con FPS, como cremas hidratantes, bases de maquillaje e incluso polvos, pero no creas que puedes saltarte la protección solar simplemente con aplicar tu maquillaje diario. El maquillaje con FPS no puede sustituir a la protección solar diaria. Quizá te preguntes por qué. Pues se debe a que la cantidad de maquillaje que aplicas en la piel es muy pequeña y no puede proporcionarte el número de FPS que tu piel necesita. Aunque sí se consigue protección con el maquillaje con FPS, no es lo suficientemente fuerte para protegerte por sí solo.

 

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Embarazo y protección solar

Sabemos que este dulce tiempo de espera puede estar lleno de expectación y preocupaciones, y que todas queremos hacer lo que sea mejor para nuestros hijos. Se ha hablado mucho sobre la seguridad de la protección solar durante el embarazo. Es normal que te preocupes más por los ingredientes, ya que hay muchas opiniones diferentes al respecto. Pero no olvides que sigues necesitando utilizar protección solar durante el embarazo y la lactancia. Independientemente de cuál sea tu crema favorita, lo más importante es que utilices una crema solar de amplio espectro que ofrezca protección frente a los rayos UVA y UVB.

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Los niños y el sol

Como padres, debemos tomar precauciones para proteger a nuestros seres queridos, sobre todo del sol. Lo mejor es mantener a los niños alejados de la luz solar directa, ya que los estudios demuestran que la mayor parte del daño que sufre nuestra piel por la exposición al sol se produce antes de cumplir los 20.

Pero impedir que tu hijo juegue al sol es poco menos que cruel. Por lo tanto, es importante enseñar a los niños desde pequeños a protegerse del sol, lo que, con un poco de suerte, les ayudará a desarrollar buenos hábitos que pueden durar toda la vida. Intenta jugar con la creatividad a la hora de aplicar la protección solar para que resulte más divertido. Sigue este consejo: pídeles que adivinen la imagen que estás dibujando mientras echas la crema solar sobre su piel y pídeles que te ayuden a «borrarla» extendiéndola. O juega a «unir los puntos» con la crema solar, dejando que extiendan la crema de un punto a otro.

Sin embargo, es mejor evitar la aplicación de protección solar a los niños menores de seis meses, ya que la relación superficie/peso corporal de los bebés es mayor que la de los niños más mayores, lo que puede aumentar el riesgo de reacciones alérgicas no deseadas.